Lo hemos escuchado. Para fortalecer la escritura, hay que escribir. Queremos que se escuche nuestra voz y nuestra verdad así que escribimos y escribimos sin parar. Respetamos el oficio y por eso seguimos escribiendo, quizás soñando algún día alcanzar la cumbre de grandes artistas de la palabra. No obstante, nos preguntamos: ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra escritura cuando no estamos escribiendo?
Por eso, nos sentamos con el dramaturgo puertorriqueño Pedro Rodiz para preguntarle cómo él ejercita su mirada como escritor cuando no está frente al papel en blanco..
Pedro Rodiz ha escrito más de 20 obras de teatro y fue el ganador del Premio Nacional de Dramaturgia otorgado por el Pen Club de Puerto Rico Internacional con la obra Deus ex machina. También fue co-autor de la obra Sofía, obra ganadora del Certamen de Dramaturgia del Instituto de Cultura Puertorriqueña en el 2011 fue mención de Honor por la obra El chicle de Britney Spears en el Certamen Dramatugia ICP en el 2005.
Aquí, una serie de actividades que Pedro Rodiz nos comentó que aportan a su crecimiento como escritor:
1. Leer.
Lee de todo lo que te caiga en las manos. No necesariamente leer teatro. Prefiero ir a ver teatro porque lo ves como un todo. Los cuentos no me gustan mucho porque son muy breves. Las novelas me gustan más. Lo importante es que leas todo lo que puedas leer.
Hay que leer poesía. Te da la síntesis de la palabra correcta y te da el vocabulario. En la poesía también nos vamos familiarizando con el ritmo y con toda la potencia que tienen las palabras.
2. Escuchar música.
Escuchar mucha música te da el ritmo. Claro, hay música que tiende a ser pobre de ritmo y hay otra que es más ingeniosa, pero pienso que toda la música es buena.
Cuando escribo diálogo, eso es lo que tengo en mente: el ritmo. El teatro y la música se escriben para que se cante en voz alta, y escuchar buena música es como escuchar un buen monólogo.
3. Ver teatro.
Es impensable hacer teatro sin ver teatro. Saca tiempo de tu día para ver teatro. No solo de Puerto Rico sino que los invito a viajar y ver teatro de todo el mundo. ¡Es increíble cómo he visto teatro en todo el mundo y he visto cómo otras personas tienen las mismas inquietudes que yo!
Y cuando hablamos de ver teatro, no hablamos solo de ver teatro bueno. Hay que ver de todo tipo de teatro para ir desarollando un gusto, y ese gusto nos va a ayudar en esos momentos en donde no sabemos qué escribir porque ese es el momento en que escribimos lo que nos gusta.
4. Vivir.
La gente se quita la oportunidad de vivir experiencia. No puedes ser un ermitaño. Tienes que ir a vivir, que enamorarte, que ir a un juego de baloncesto, que ir a la marcha, hablar con la gente, tener trabajos, hacer cosas que no te gustan, hacer cosas que te den miedo.
“De la abundancia del corazón, habla la boca” [– Mateo 12:34]
Ahí aprendes cómo las personas hablan y de su manera particular. Cómo la gente cambia. Lo que la gente hace cuando está alegre o cuando tiene miedo. Luis Rafael Sánchez se iba a las fiestas patronales y se paraban al lado de los kioskos a escuchar.
Y vivir con intensidad. Con intensidad me refiero: ama con intensidad, tus lazos familiares, tus amigos, ámalos con intensidad y por las cosas que crees, lucha por ellas con intensidad. Sin miedo, como si no tuvieras nada que perder.
Hay que reconocer que uno se equivoca y que las cosas se acaban.
Todas esas experiencias de vida se ven en tu escritura.
¡Por eso nos encanta ver a nuestros actores viejos, porque verlos actuar no es ver técnica y más nada, verlos actuar es ver TODA la vida que tienen!
Lo mismo sucede con la escritura.