Bloqueo del escritor:
o como se le conoce en inglés, ‘writer’s block’ , se le llama al estado de impotencia creativa que ocurre cuando un escritor se encuentra incapaz de generar material nuevo.
No hay nada más aterrador para un dramaturgo que enfrentarse a la mirada desafiante de una página en blanco. En ocasiones, una historia que pareció haberse contado sola, de repente nos abandona. Escribiendo, es inevitable sentir ansiedad, angustia y un sentimiento de indignidad que nos hace preguntarnos si valdrá la pena terminar nuestra historia.
Por eso, nos sentamos con el dramaturgo puertorriqueño Pedro Rodiz para preguntarle cómo él maneja lo que se conoce como el bloqueo del escritor.
Pedro Rodiz ha escrito más de 20 obras de teatro y fue el ganador del Premio Nacional de Dramaturgia otorgado por el Pen Club de Puerto Rico Internacional con la obra Deus ex machina. También fue co-autor de la obra Sofía, ganadora del Certamen de Dramaturgia del Instituto de Cultura Puertorriqueña en el 2011, y obtuvo una mención de Honor por la obra El chicle de Britney Spears en el Certamen de Dramatugia del ICP en el 2005.
Aquí una serie de consejos que nos compartió Rodiz para atender el bloqueo del escritor:
No pienses que eres Shakespeare.
Esa presión de que este texto debe ser tu gran obra maestra y de que todo debe quedar perfecto no te va a ayudar. Cada historia tiene su propio afán. Sé honesto y piensa:
● ¿Qué historia quisiera contar?
● ¿Por qué quiero contar esta historia?
● ¿Qué le quiero decir al mundo?
Quítate todas las presiones de que estás por escribir tu obra maestra. Si se da así y la obra termina siendo un fenómeno, ¡genial! pero esa presión juega en tu contra.
Detente.
A veces hay que detener la escritura y ponerse a leer otros textos, a hacer otras cosas. A veces hay que irse a caminar. A veces hay que leer de otros temas que no tengan que ver con teatro. Uno de los problemas más grandes es que hay detalles, situaciones, tramas, trabas que uno no puede ver mientras se está ahí envuelto en la escritura. Pero si uno se aleja un poco y luego continúa, puede ver todo con más claridad.
Si no tienes el principio, pues escribe el final.
Si no sabes cómo comenzar a escribir una obra de teatro pero sabes cómo va a terminar, pues comienza escribiendo el final. Hay obras donde no se sabe, igualmente, cómo va a terminar pero sabes o intuyes el principio o no tienes idea de cómo trabajar una escena pero sabes lo que pasará en la próxima escena. ¡Pues escribe la escena siguiente! ¡Y así, vas montando el rompecabezas!
Hay que seguir escribiendo.
Si luego de detenerte, y de escribir todo lo que puedes escribir, todavía sientes una especie de bloqueo, a veces lo que hay que hacer es seguir escribiendo por más difícil que se nos haga. Escribe la escena sin juzgarte. No pasa nada si escribes una escena que no te gusta. Después la eliminas. Pero es importante explorar todas las posibilidades, especialmente lo que no nos gusta - lo forzado - para al fin encontrar lo que nos gusta.
Es bien importante saber lo que a uno como escritor le gusta y ser honesto con uno mismo; es importante saber identificarlo. Si eres honesto con el proceso, y lo que escribes te gusta, lo más probable es que a otras personas con nuestras mismas inquietudes y nuestros mismos gustos, también les pueda gustar.
Superar el bloqueo de escritor, es uno de los momentos más gratificantes del proceso de la escritura. Es descubrir el camino que puede llevarte a contar una historia orgánica, una historia que venga desde tu verdad.
Pero el proceso siempre es más complicado de lo que parece. Si aspiras a desarrollarte en la dramaturgia, te invitamos a que nos acompañes a seguir aprendiendo de este oficio tan digno del teatro manteniéndote al tanto de este blog.