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Hacer teatro en tiempos de cuarentena


Thais Llorca - Circofest 2020

La pandemia del coronavirus nos obliga a distanciarnos. No es sorpresa que uno de los sectores más abatidos sea el teatro, cuyo motor de existencia es la generación de una comunidad noche tras noche en un mismo espacio.


El jueves 12 de marzo se declaró estado de emergencia ante el COVID-19. Para prevenir la propagación del virus, se han cancelado un sinnúmero de actividades incluyendo proyectos para los cuales nuestra clase artística ha trabajado incansablemente o ha producido a pulmón para poder presentarlo a nuestro público.


Parte de la clase artística puede que necesite silencio, descanso, un momento de pausa para respirar, conectar con uno mismo, y permitirse sanar en medio de tanta incertidumbre. Así lo debe hacer.


Por otro lado, para quienes se encuentran con la vena creativa palpitando en un limbo de proyectos pospuestos o cancelados, y que no quieren perder el momentum, surgirá la pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Qué alternativas nos quedan a los artistas de la escena para poder seguir apostando a la creación?


Aquí una serie de herramientas que podemos utilizar para conectar con nuestro público y para seguir alimentando nuestra búsqueda artística.


Transmisión en vivo:

Con todos los teatros paralizados, en caso de que nuestra clase artística quiera seguir llevando su trabajo al público, la alternativa que queda es acudir al terreno digital. Uno de los principales elementos de la presentación teatral es que congrega a artistas y espectadores en un mismo espacio; sucede en vivo y en directo. En la presente coyuntura, lo más parecido a lo que tenemos acceso, en el mundo digital, es a las transmisiones en vivo a través de plataformas sociales.


Lo vimos el pasado fin de semana con Circo Fest y su traslado a las redes. En vivo, artistas de las tablas pueden transmitir de forma individual monólogos, unipersonales, coreografías, canciones, poesías, entre otras. También podrían realizar lecturas de textos nuevos de dramaturgos puertorriqueños, probando a extender la conexión y el intercambio energético del escenario al mundo virtual. Luego, se puede tener una conversación con la audiencia que está en sintonía para que conozcan más de cerca el proceso creativo y comenten sobre el material.


También, en vivo, se pueden realizar ciclos de talleres para teatreros de dramaturgia, análisis de texto, teoría del teatro, técnicas actorales, pasos básicos de danza, confección de instrumentos caseros, y mucho más. En momentos en que las escuelas están cerradas, se puede aportar al continuo crecimiento de niños y jóvenes mediante talleres básicos de arte, teatro y literatura.


Estas actividades pueden ser libres de costo, o, comprendiendo la necesidad que tiene la clase artística de reinventarse tras quedarse sin trabajo por todos los proyectos paralizados, se podrían convertir en oportunidades laborales a base de donativos o suscripciones.


La pausa forzosa, además, puede darnos la oportunidad de detenernos y repensarnos, así que se pueden organizar diálogos o conversatorios virtuales en que podamos chocar ideas e inventarnos el futuro del teatro en Puerto Rico, recibiendo la retroalimentación de la audiencia digital.


Contenido digital:


Aprovechemos nuestros hogares para explorar otros medios para compartir nuestro mensaje. Podcasts, blogs, publicaciones en las redes sociales, artes, videos… La revista American Theatre acaba de estrenar la primera de una serie de reflexiones de trabajadores del teatro. Si no sabemos diseñar, hay aplicaciones como Canva que nos pueden facilitar el proceso. Si no tenemos un equipo de sonido, también hay recursos como Anchor, el cual te permite grabar desde nuestros celulares. Pero no dejemos a nuestro público en el olvido, recuérdenle que son la razón por la que subimos en escena con contenido que pueda llegar a ellos.


¿Y qué decimos?


Simple, lo que siempre hemos estado diciendo. Miremos nuestro arte en el pasado y preguntémonos qué hemos estado diciendo. Sigamos hablando de eso, pero retémonos a adoptar otros medios para comunicar el mismo mensaje.


¿Y cómo lo decimos?


Aquí le dejamos un guía para crear contenido en las redes con todo el tipo de contenido que podemos crear.


Teatro grabado y filmoteca:

Muchas compañías de teatro de todas partes del mundo como el Metropolitan Opera, el Royal Opera, el Teatro Scalla de Millán y el National Theatre de Londres han apostado al contenido digital para llegar donde se encuentran sus públicos en estos momentos: en sus hogares.


Estos teatros han adoptado por transmitir partes de sus espectáculos de manera digital. En ciertas ocasiones, se ofrece de forma gratuita para seguir creando conciencia del trabajo que se ha pospuesto, y en otras, se manejan mediante un sistema de subscripción como lo hace la Filarmónica de Berlín.


Puedes ver teatro en plataformas que, aunque nunca van a poder reemplazar el evento en vivo, pueden servir para el aprendizaje y la búsqueda. El Instituto Hemisférico tiene una extraordinaria colección de entrevistas y videos de teatro y performance latinoamericano, incluidos proyectos puertorriqueños de la autoría de figuras como Rosa Luisa Márquez, Viveca Vázquez y Teresa Hernández. El Seminario Multidisciplinario José Emilio González ha documentado por años la actividad teatral del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. La Teatroteca, creada por el Centro de Documentación Teatral del Ministerio de Cultura de España, transmite más de 1,500 obras de teatro de forma gratuita, incluyendo Siglo de Oro Español, teatro isabelino y comedias contemporáneas. Broadway HD ofrece clásicos de Broadway, obras pioneras y selecciones de los últimos años.


Además, documentales como “La revolución es joven: Maritza Pérez y Jóvenes del 98” de Estefanía Montañez, el Archivo de la DIVEDCO y la lista local de cine puertorriqueño puede ayudarte a conectar con la historia del teatro y el cine en Puerto Rico.


Si has documentado el repertorio de tu compañía de teatro o tienes obras grabadas, puedes optar por esta alternativa.


Prolongar el proceso de búsqueda:


Para quienes forman parte del elenco de un proyecto teatral que se ha aplazado, se puede aprovechar la coyuntura para profundizar el trabajo de mesa en la búsqueda de un personaje. Volver a la raíz y escudriñar bien el texto con un tiempo prolongado de trabajo de mesa por tu cuenta, puede desarrollar una mayor afinidad y fe en las circunstancias dadas y el mundo imaginario de la historia. ¿Qué quieres? ¿Qué te impide alcanzarlo? ¿Qué haces para lograr lo que quieres? ¿Cuáles son tus circunstancias dadas? ¿Qué sabes sobre el lugar en el que vives -el espacio físico, la atmósfera, los objetos-? ¿Qué hay más allá de escena, detrás de la puerta, fuera de la ventana? ¿Qué está pasando en ese momento histórico? Estas y muchísimas otras preguntas pueden alimentar tu imaginación. (¡Pronto publicaremos una guía completa!)


Lo mismo funciona para directores y diseñadores: ¿cómo ahondar en el proceso de investigación que sirve de soporte a las decisiones creativas? ¿Cuántas más preguntas puedes hacerte sobre el mundo de la obra y sobre el lenguaje teatral que has desarrollado? ¿Cómo se puede fortalecer ese punto de partida que establece las reglas de juego para el ensayo, y los descubrimientos que solo pueden ocurrir en ese espacio una vez se retome?


También puede ser el momento ideal para proseguir con el entrenamiento: para desempolvar los libros y navegar el mundo virtual en busca de material educativo que despierte la innovación y la creatividad. Cualquier teatrero puede indagar en el sistema de Konstantín Stanislavski, la biomecánica de Vsevolod Meyerhold, el teatro de la crueldad de Antonin Artaud, el teatro épico de Bertolt Brecht, el teatro pobre de Jerzy Grotowski, el Teatro del Oprimido de Augusto Boal, el teatro popular de Darío Fo, el teatro antropológico de Eugenio Barba y los “viewpoints” de Anne Bogart. Para la actuación, puedes conocer sobre las técnicas de voz de Linklater y Lessac, y las prácticas actorales propuestas por Adler, Hagen, Meisner, Brecht, Mijaíl Chéjov y Declan Donnellan.


Conspirar proyectos futuros:


Este puede ser el momento de retomar trabajos abandonados. Aquella obra que nunca terminamos de escribir, aquella imagen que siempre se nos cruza por la cabeza y que puede convertirse en punto de partida, aquellos proyectos que comenzamos a pensar y nunca hemos podido desarrollar, aquella historia que siempre has llevado a cuestas para algún día contarla en escena. Este puede ser el momento de aprovechar la necesidad de hacer teatro y de abrazar, y ponerla al servicio de encontrar un nuevo lugar y foco para crear.


Esta puede ser una gran oportunidad para idear proyectos. Si sientes que no te puedes quedar inmóvil y tienes el hambre de crear, crear y crear, puede que sea esta pausa forzosa el momento preciso para conspirar con la clase artística. Contacta a esa directora con quien siempre has querido trabajar, a ese diseñador de vestuario, a esa diseñadora de luces, a esa escritora, a ese actor. Compartan ideas, siembren las semillas para futuras temporadas y proyectos.


Luego de todo golpe o desastre, viene una etapa de reconstrucción. En Puerto Rico, ese proceso se ha visto cercenado por varios golpes corridos y a veces simultáneos: la crisis económica, la crisis política, los huracanes, los terremotos, y ahora, un virus de magnitud global que ha paralizado el planeta entero. Cuando llegue la reconstrucción, el teatro, desde su trinchera, podrá aportar todo su potencial transformador y sanador, su vena de entretenimiento, su ingenio, y su invitación a la reflexión, a la empatía y a la conexión humana.


Las crisis, al igual que las artes escénicas, enfrentan al humano consigo mismo. Este puede que sea el momento crucial para crear desde el abismo y, ante todo obstáculo, conectar con nuestro público, nuestra ciudadanía, nuestra gente.

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