Te apasiona la actuación, la dramaturgia, la danza, la música… pero no has descubierto esa disciplina única a la cual te gustaría dedicarle toda tu pasión.
¿Has considerado la dirección? ¿Cómo sabes si la dirección teatral es tu llamado artístico? ¿Cómo sabes si la dirección te proveerá la experiencia más gratificante?
Nos sentamos con el director puertorriqueño Heriberto Feliciano y le preguntamos: ¿Cómo puedo saber si la dirección es para mí?
Heriberto Feliciano Rodríguez es director, actor y profesor del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico. Posee un bachillerato en actuación de la UPR Río Piedras y una maestría en dirección y actuación de la Universidad de La Merced y ESAS (Murcia, España). Es cofundador de Teatro en la Azotea y director artístico de la compañía de teatro independiente La bicicleta, a la cual ha dirigido en múltiples procesos de creación colectiva y Dramaturgia actoral.
Aquí están sus respuestas:
Lo primero es si sientes la necesidad de que quieres manipular más de una cosa a la vez.
Me pasó que la actuación no me bastaba ya que, por momentos, me sentía siguiendo indicaciones… sentía que no estaba creando nada. A veces sentía que a la obra le faltaba un poco más, que le faltaba una relectura u otro punto de vista.
Llegué a identificar en los ensayos que lo que me gustaba era ser la persona que tomaba las decisiones, que lo que me gustaba era explorar la potencia de los lenguajes teatrales y cómo estos pueden desarrollarse.
Ahí me fui dando cuenta que me gusta jugar con muchas cosas distintas a la vez.
Si quieres mezclar técnicas de actuación como el teatro épico con la biomecánica, o si te llegó la visión de montar, por ejemplo, La gaviota con títeres, pues la dirección es para ti.
Si quieres ser ese primer público, si te gusta observar varios puntos de vista a la vez, intenta la dirección.
Explorar un concepto, idea o un texto teatral
La dirección no se trata de mandar, se trata de explorar con un colectivo a veces un concepto o una idea (en la dramaturgia actoral), y, a veces, un texto. Desde la dirección, organizamos el material que va surgiendo en la escena.
Claro, para que esa persona pueda organizar, debe tener conocimiento en muchos aspectos. Por eso no se trata solamente de leer un texto y saber analizarlo bien. El texto es UNO de los muchos elementos que componen un proyecto teatral. Cuando montamos una pieza, estamos conscientes de que el texto es uno de muchos elementos que se tienen que tomar en cuenta.
Si tienes muchos talentos
Te gusta la música, la danza, el dibujo, la arquitectura y te has dicho: “yo no sé qué hacer en el teatro”, puede que lo que te guste sea dirigir porque tienes la oportunidad de mezclar y manipular todos esos elementos.
Claro, se fusionan esos elementos al servicio de una obra, de un trabajo artístico, de un concepto… y hay que utilizarlos en función de la obra que quieras dirigir.
Pero al final del día, ¿qué es lo más gratificante de dirigir teatro?
Nos respondió que lo más gratificante es ver a ese grupo de personas que pudo hacer algo, que tuvo el compromiso de hacer un proyecto y que, al final, genera una comunidad teatral. Que un grupo de personas decida sacar tiempo para tratar de escudriñar la condición humana y luego exponer ese trabajo a un público, es algo maravilloso y de mucha valentía.
Creemos que la comunión teatral se genera cuando un grupo de artistas se permiten ser vulnerables y exploran la condición humana para que el público se encuentre en ese espacio. Entendemos que el teatro es un gran acto de solidaridad, donde un grupo de personas sacrifican meses y meses de ensayo para, en Puerto Rico, darlo todo en seis funciones y bajar el telón.
Y, desde la dirección, se organiza este inmenso acto de solidaridad.
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